Cuando uno quiere montar una concentración aquí en Stuttgart lo suyo es pedir permiso, es un tramite que, aunque es relativamente sencillo, implica ir a la oficina en persona, dar tus datos y esperar varios días la confirmación que le autoriza a concentrarse en una zona concreta y bien delimitada, con los consiguientes inconvenientes de plazos de promoción y convocatoria.

El pasado 24 de mayo, como tantas otras ciudades, participamos en el entierro del voto exterior, una acción sencilla y simbólica consistente en celebrar frente al consulado de España un funeral por nuestro derecho al voto.

El consulado de España en Stuttgart, para quien no lo sepa, está en medio de la nada, una zona residencial por la que no suele pasar nadie y, dado que no tiene sentido manifestarse donde nadie puede verte, nuestro nodo decidió simplemente ir a tomarse las fotos para denunciar en las redes sociales.

Decidimos también que en esas condiciones y sin demasiado tiempo para organizarnos, no tenía sentido realizar el trámite administrativo, puesto que con la legislación alemana en la mano quedar para hacerse una foto no es delito, y no se necesita permiso de ningún tipo.

Sin embargo una persona anónima, que claramente no estaba de acuerdo con nuestra interpretación, decidió llamar a la policía -suponemos que tras ver la convocatoria en Facebook-, y 10 minutos antes de la hora acordada, cuando la impresionante cifra de 6 personas y un perro estábamos preparando la concentración, apareció un coche patrulla.

Desde Marea granate Stuttgart queremos agradecer a quien llamara a la policía su colaboración, ya que nos vino estupendamente que los policías se ofrecieran a hacernos ellos mismos la foto para que saliese el grupo al completo.

Queremos agradecer también tanto la posibilidad de difusión que nos ha dado el poder explicarle a los policías el motivo de nuestra protesta, como la simpatía, buen humor y comprensión de los agentes ante la injusticia que supone el voto robado.