La migración dentro y fuera de la Unión Europea comparte durezas y tristezas, aunque con cuestiones de grado. En el Centro de Europa nos juntamos y hablamos de ello.

La oficina precaria de Viena no ofrece mucho asesoramiento legal ni jurídico todavía. Nos reunimos en un local muy céntrico. En pleno primer distrito de la ciudad de «antes del amanecer». La oficina precaria llevamos reuniéndo desde hace un par de años a activistas nacionales austríacas y austríacos y a activistas importadas e importados, de Grecia, de Bulgaria, de Rumanía, de Francia, de Reino Unido y de otros lugares incluído el territorio plurinacional actualmente y por imperativo legal llamado España. Hacemos eventos que consisten mayormente en una chapa de alguien que sabe y algunas preguntas al final con algo de debate. Después bebemos y bailamos y pinchamos con youtube.

La última serie de eventos que hemos organizado la hemos cerrado finalmente. Versaba sobre migraciones, y ha consistido en tres eventos, distribuídos de la siguiente manera: Migraciones intracomunitarias (migrantes o movilidad); migración extracomunitaria; migración y utopías.

En el evento sobre migraciones intracomunitarias discutimos sobre cómo nos definíamos, y constatamos el lenguaje perverso de las instituciones de la Unión Europea al referirse a la mano de obra formada que es bienvenida, en contraste con la chusma.

En el segundo evento sobre migración extracomunitaria se nos cayó el alma al suelo, y constatamos la similitud de las fronteras sur de Grecia y de España. La verguenza de Europa está teñida de sangre diariamente, pero también ofrecemos resistencia y la vamos conectando.

En el tercer evento de migración y utopía hicimos una representación teatral. Tratamos tres situaciones cotidianas revertidas: un salvamento marítimo, el agente de la patrulla costera aborda la patera y constata deficiencias el alumbrado de la embarcación, también alecciona sobre la cantidad de material salvavidas que ha de estar siempre disponible al pasaje, finalmente recomienda al navío que al desembarcar en Málaga no dejen de pasar por la taberna del puerto del candado donde se come el mejor pulpo de todo el Mediterráneo; en la segunda situación el agente de aduanas da la bienvenida con alfombra roja al migrante recién llegado mientras rellena su sudoku; en la tercera situación el centro de acogida es de entrada y salida libre y alberga migrantes que se inscriben en la universidad local.

Tras ello hicimos un fructífero debate.