El vídeo que os dejamos es el punto de partida de nuestra contracampaña electoral, porque no nos vamos, nos echan y ni olvidamos ni nos rendimos: seguimos en la lucha, apoyando a la gente que da guerra y aguanta en cada pueblo, ciudad y barrio del otro lado del charco.
Una de las cosas que más llaman la atención de quienes emigramos a Uruguay es la presencia de sedes del PPSOE en Montevideo. Esto se explica porque ochenta mil habitantes de este país tienen derecho a voto, como ciudadanos españoles en el exterior. De ellos, tan solo siete mil ejercieron el derecho al voto en las elecciones de 2011, y en un 90% su sufragio fue para uno de los dos grandes partidos responsables en último término, con sus políticas austericidas, de nuestro exilio económico.
Que un porcentaje tan alto de hispanouruguayos se decante por el PPSOE tiene una explicación clara: se trata, en general, de una población muy envejecida -en el caso de antiguos emigrantes españoles- y de gente que no tiene una imagen real de qué ha sucedido en nuestro país en los últimos años. Esto es especialmente aplicable a los descendientes de españoles, en particular los más jóvenes, muchos de los cuales ni siquiera han tenido la oportunidad de conocer directamente el país. Es, además, un colectivo muy sensible a todo lo que tiene que ver con pensiones y con ayudas de viaje para conocer la tierra de sus antepasados. Suelen tener idealizada a lo que llaman la madre patria y han quedado absolutamente desconectados de la realidad de nuestra sociedad.
Además, la información que reciben es totalmente sesgada y partidista. Los canales de comunicación oficiales, en particular los de la embajada de España en Uruguay (que parece más bien la embajada del PP en el país, habida cuenta de la escasa institucionalidad que muestra en su política de comunicación) repiten machaconamente que ya hemos salido de la crisis, que esta ha sido culpa de la gente normal, por querer tener una casa y esas cosas y que menos mal que han llegado ellos a poner orden, que si no esto iba a ser la anarquía. Se sufre, pero se aprende, es la idea de fondo. Y poco a poco es una percepción que ha ido calando.
Para reforzar dicho mensaje, tanto el PP como el PSOE preparan giras electorales por el país. Son formatos cómodos para ellos: hasta ahora han encontrado una audiencia cautiva y, si comparamos con el nivel de protestas que se encuentran en España, la colectividad de viejos emigrantes españoles en Uruguay es lo más parecido al paraíso en la tierra que puede encontrar un diputadillo cualquiera en estos tiempos.
Y no nos da la gana: esta asamblea se pone como objetivo romper ese monopolio de la información e intentar que tanto el PP como el PSOE, se lleven el menor número posible de votos. Para ello haremos dos cosas: en primer lugar, ponemos en marcha un ciclo de mesas redondas y charlas infomativas, aprovechando los recursos generados por iniciativas similares de asambleas e iniciativas sociales, optmizando además el uso de las redes para suplir la falta de medios. En segundo lugar, prometemos que cualquier representante del PPSOE que ponga el pie en Uruguay sentirá nuestra presencia, en la línea de las acciones ciudadanas pacíficas y revindicativas que son habituales en nuestras ciudades de origen.
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Hace unas semanas recibimos una serie de mensajes enviados por una funcionaria del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación destinada en una embajada de España en un país africano. Por motivos de privacidad -para evitar represalias por haber dado su testimonio-, omitimos su nombre y su lugar de destino, pero reproducimos con su autorización su…
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El próximo 25 de abril, una comisión de diputadas y diputados del Congreso, incluyendo miembros del partido del gobierno en España, asistirán al curso « Prevención del Delito Fiscal, Contrabando y Blanqueo de Capitales », que organiza la Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo, AECID -cuyo presupuesto, por cierto, ha sido recortado en un 70% en…
Marea Granate Uruguay escrachea la sede del Partido Popular en Montevideo como acto de protesta simbólico – Marea Granate es un movimiento cívico compuesto por nuevos emigrantes españoles en más de 20 países que surge como respuesta ciudadana contra el asalto al interés común. – El escrache se lleva a cabo como protesta por la…
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Nota importante: un medio local ha enlazado esta entrada y por suerte para nosotros un montón de uruguayos y uruguayas han comentado con sus impresiones, consejos útiles, mensajes de bienvenida, filias y fobias y hasta ofertas de trabajo. No dejéis de leerlos y muchas gracias, orientales que nos ayudáis de esta manera. ¿Estás pensando en…
Tal vez estén siendo uds algo presuntuosos. Emigrar es una palabra inmensa y terrible. Hay quien se siente más importante adjudicándosela, argumentando ese « me han echado de país ». En España ha sido muchísima la gente despedida que consigue salir adelante sin autoproclamanrse expulsado. Emigrar son palabras mayores, por lo general un viaje jodido, partiendo desde el cero absoluto y la total necesidad, quemando las naves, rompiendo las raices y con remotas posibilidades de regresar. Con todo respeto pregunto: ¿Es el caso de uds?
Hola papelicos,
De entrada, agradecer tu comentario, eso permite hacer este blog más interactivo y dinámico y nos fuerza a pensar y reflexionar sobre las cosas. Comentarte lo siguiente. En nuestra opinión, compartimos bastante la definición de migrante que hace la Organización Internacional de las migraciones que puedes encontrar aquí y de la cual destacamos lo siguiente: « A nivel internacional no hay una definición universalmente aceptada del término « migrante. » Este término abarca usualmente todos los casos en los que la decisión de migrar es tomada libremente por la persona concernida por « razones de conveniencia personal » y sin intervención de factores externos que le obliguen a ello. Así, este término se aplica a las personas y a sus familiares que van a otro país o región con miras a mejorar sus condiciones sociales y materiales y sus perspectivas y las de sus familias. ».
Esta ha sido la motivación de las personas que nos hemos movido a Uruguay y que hemos constituido la Marea Granate: Mejorar nuestras vidas. Ahora bien, en la mayoría de los casos, las personas que formamos este colectivo si sentimos que hemos sido forzadas a marchar, puesto que la situación socioeconómica y política en nuestro país nos resultaba insostenible y angustiosa, algo que cada una siente y vive a título individual, y por tanto, una descripción particular de una experiencia que se comparte colectivamente.
Preguntas si es nuestro caso que hayamos tenido que romper con lo de allá y partir de cero. Desde luego, no vamos a comparar el nuestro con determinados procesos migratorios como el que viven, por ejemplo, muchas personas procedentes de África sudsahariana (por ejemplo) que tratan de acceder a Europa, dadas las vergonzosas legislaciones migratorias y vallas psicópatas que levantan los diversos países europeos. Lo que si podemos asegurar es que entre nosotras, hay personas con circunstancias muy diversas, que el vivir o no como una ruptura la marcha depende de muchas cosas (cosas que no siempre tienen que ver con quien marcha), que la apuesta es enorme, que muchas personas juegan su última carta y su última esperanza a tirar adelante aquí.
Del cero absoluto no empieza nunca nadie porque todas tenemos memoria y vida antes de partir. Si te refieres al duro comienzo, pues de nuevo, hay de todo, hay quien tiene más o menos suerte. Lo que te puedo asegurar es que no es ni ha sido nada fácil para nadie de los que formamos la asamblea. No sé si alguna vez has probado a marcharte de tu país a nosécuantos mil kilómetros de tu casa, sin trabajo, sin casa, con pocos ahorros y con la moral un poco baja.
Muchas de las personas que formamos la asamblea hemos sido de esas « despedidas », de las de larga duración, de las de forma reiterada, de las que sus vidas eran cada vez más precarias que hemos luchado para salir adelante, y parte de esa salida adelante ha sido venir aquí.
Por último, venir aquí, no ha significado desvincularnos de la lucha de lo que señalamos cómo el origen del sufrimiento de nuestro país, el sistema socioeconómico y político. Nos hemos organizado en estas mareas granates, porque no queremos situarnos como víctimas sino como supervivientes. Es posible que nuestra situación sea mejor que la de muchas migrantes, pero eso no invalida nuestro deseo de cambiar este sistema que precisamente, genera desigualdades enormes también, entre las que deciden marcharse de sus países.
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Tal vez estén siendo uds algo presuntuosos. Emigrar es una palabra inmensa y terrible. Hay quien se siente más importante adjudicándosela, argumentando ese « me han echado de país ». En España ha sido muchísima la gente despedida que consigue salir adelante sin autoproclamanrse expulsado. Emigrar son palabras mayores, por lo general un viaje jodido, partiendo desde el cero absoluto y la total necesidad, quemando las naves, rompiendo las raices y con remotas posibilidades de regresar. Con todo respeto pregunto: ¿Es el caso de uds?
Hola papelicos,
De entrada, agradecer tu comentario, eso permite hacer este blog más interactivo y dinámico y nos fuerza a pensar y reflexionar sobre las cosas. Comentarte lo siguiente. En nuestra opinión, compartimos bastante la definición de migrante que hace la Organización Internacional de las migraciones que puedes encontrar aquí y de la cual destacamos lo siguiente: « A nivel internacional no hay una definición universalmente aceptada del término « migrante. » Este término abarca usualmente todos los casos en los que la decisión de migrar es tomada libremente por la persona concernida por « razones de conveniencia personal » y sin intervención de factores externos que le obliguen a ello. Así, este término se aplica a las personas y a sus familiares que van a otro país o región con miras a mejorar sus condiciones sociales y materiales y sus perspectivas y las de sus familias. ».
Esta ha sido la motivación de las personas que nos hemos movido a Uruguay y que hemos constituido la Marea Granate: Mejorar nuestras vidas. Ahora bien, en la mayoría de los casos, las personas que formamos este colectivo si sentimos que hemos sido forzadas a marchar, puesto que la situación socioeconómica y política en nuestro país nos resultaba insostenible y angustiosa, algo que cada una siente y vive a título individual, y por tanto, una descripción particular de una experiencia que se comparte colectivamente.
Preguntas si es nuestro caso que hayamos tenido que romper con lo de allá y partir de cero. Desde luego, no vamos a comparar el nuestro con determinados procesos migratorios como el que viven, por ejemplo, muchas personas procedentes de África sudsahariana (por ejemplo) que tratan de acceder a Europa, dadas las vergonzosas legislaciones migratorias y vallas psicópatas que levantan los diversos países europeos. Lo que si podemos asegurar es que entre nosotras, hay personas con circunstancias muy diversas, que el vivir o no como una ruptura la marcha depende de muchas cosas (cosas que no siempre tienen que ver con quien marcha), que la apuesta es enorme, que muchas personas juegan su última carta y su última esperanza a tirar adelante aquí.
Del cero absoluto no empieza nunca nadie porque todas tenemos memoria y vida antes de partir. Si te refieres al duro comienzo, pues de nuevo, hay de todo, hay quien tiene más o menos suerte. Lo que te puedo asegurar es que no es ni ha sido nada fácil para nadie de los que formamos la asamblea. No sé si alguna vez has probado a marcharte de tu país a nosécuantos mil kilómetros de tu casa, sin trabajo, sin casa, con pocos ahorros y con la moral un poco baja.
Muchas de las personas que formamos la asamblea hemos sido de esas « despedidas », de las de larga duración, de las de forma reiterada, de las que sus vidas eran cada vez más precarias que hemos luchado para salir adelante, y parte de esa salida adelante ha sido venir aquí.
Por último, venir aquí, no ha significado desvincularnos de la lucha de lo que señalamos cómo el origen del sufrimiento de nuestro país, el sistema socioeconómico y político. Nos hemos organizado en estas mareas granates, porque no queremos situarnos como víctimas sino como supervivientes. Es posible que nuestra situación sea mejor que la de muchas migrantes, pero eso no invalida nuestro deseo de cambiar este sistema que precisamente, genera desigualdades enormes también, entre las que deciden marcharse de sus países.
Saludos
Respuesta a la campaña electoral del PP y del PSOE en Uruguay