En Bélgica el sistema sanitario funciona de forma algo distinta al español. Con sus ventajas e inconvenientes.
Lo primero, antes de salir de España, es obtener la tarjeta sanitaria europea, que cualquiera de los Centros de Atención e Información de la Seguridad Social (CAISS) nos la facilitará. Esto nos servirá para poder recibir asistencia sanitaria mientras regularizamos nuestra situación.
La cotización básica a la seguridad social en Bélgica se hace a través de la nómina y va a cargo de la empresa. En el caso de los autónomos, éstos deben cotizar voluntariamente en una caja de seguridad social para autónomos.
A parte de esta cotización básica, en Bélgica es siempre recomendable contratar los servicios de una mutua, el seguro obligatorio. Estas mutuas no coinciden con la idea española de la mutua privada, sino que constituyen el seguro médico de hecho, están en manos de operadores independientes y se encargan del reembolso de las prestaciones médicas, que suele girar en torno al 75 % de los gastos realizados.
La elección de la mutua es libre. Preguntad en torno a vosotros, la mejor ayuda que os van a poder dar es la propia experiencia de los amigos y compañeros. En en el sitio web del INAMI (Institut National Assurance Maladie Invalidité) hay enlaces que dan acceso a información sobre cada mutua. Para inscribirnos en la mutua será necesario habernos registrado previamente en el ayuntamiento, aprovechad el viaje para pedir un certificado de composición de familia, ya que algunas mutuas lo piden y tiene una validez máxima de tres meses, así que no debe pasar mucho tiempo entre ambas inscripciones. Estos documentos deberán ser presentados además de la tarjeta sanitaria europea.
La mutua es la que se encargará de darnos de alta en el sistema de la seguridad social y facilitarnos las formalidades administrativas. La atención en farmacias y hospitales estaba ligada en Bélgica a la tarjeta SIS, que desde enero de 2014 se integra en nuestra tarjeta de residencia/identidad belga. Las mutuas intervienen también en el reembolso de ciertos medicamentos cuando se piden con receta médica y, contrariamente a los gastos médicos, la intervención en el coste se hace directamente en el momento de la compra.
Una vez escogida nuestra mutua, lo mejor es que busquemos un médico de cabecera. En Bélgica la elección es, como en el caso de las mutuas, totalmente libre, sin importar la ubicación o residencia. Una vez más se recomienda recurrir a nuestro entorno personal o profesional para pedir consejo.
En la página web www.mgbru.be aparecen los médicos clasificados por administraciones municipales o por el idioma que hablan.
En www.directorio.hispagenda.com encontraréis los datos de médicos y otros profesionales de la salud hispanoparlantes.
También podemos dirigirnos a cualquier policlínica próxima a nuestra residencia, y solicitar allí la atención de un médico de cabecera. Los médicos de cabecera suelen recibir con cita previa, y en algunos casos incluyen servicio sin cita, de lunes a viernes. También puede resultar útil que nuestro médico de cabecera nos abra un Expediente Médico Global, que facilita un mayor reembolso de los gastos.
Si necesitáramos recurrir a un especialista, nuestro médico de familia nos puede recomendar alguno, aunque no necesitamos pasar previamente por este trámite, y en este caso, la elección del médico también es libre, aunque hay que saber que las tarifas pueden variar de uno a otro: los hospitales y las clínicas suelen pedir honorarios más cercanos a los que establece el INAMI, mientras que las consultas privadas tienen precio superiores.
Si el médico tiene el estatus de concertado quiere decir que ha aceptado aplicar las tarifas que fija el INAMI. Si no pertenece a esta categoría, puede optar por la libre tarifa y ese suplemento con respecto al precio fijado no será reembolsado por nuestra mutua.
Los especialistas se rigen también por la misma división y cada especialidad tiene sus precios. Después de cada visita el médico nos dará un recibo, documento que deberemos enviar a la mutua para que nos reembolsen cierta cantidad.
Cuando acudimos a un especialista y optamos por hospitales o clínicas debemos saber que no hay diferencia de calidad. Suelen recomendarse los hospitales por su acceso a mejores medios en servicios de urgencias, pero no para las visitas de rutina. En el caso que preveamos complicaciones de salud o estemos siguiendo algún tipo de tratamiento que requiera hospitalización, es interesante contratar servicios complementarios en Bélgica, como los seguros de hospitalización, de otro modo la factura puede resultar elevada el día del alta.
En caso de hospitalización, se nos suele facturar directamente a través de la mutua y los costes incurridos se envían posteriormente al paciente, descontando la cantidad que nuestro estatuto nos permita. Debemos tener en cuenta que es habitual que se nos pida una cantidad que sirva como garantía en caso de hospitalización.
Los gastos convencionales prevén habitaciones compartidas, si deseamos tener una habitación individual, el suplemento correspondiente no nos será reembolsado. Además, los médicos, pueden pedir un extra sobre sus honorarios por atender en una habitación privada, que en ciertos casos puede superar el 200 %.
Los estudiantes y los recién llegados que no hayan encontrado empleo y estén conviviendo con su pareja o con un familiar, podrán inscribirse como beneficiarios a su cargo, siempre y cuando sus ingresos no superen los 2.500 euros trimestrales.
Información obtenida de la Guía Joven para Españoles en Bélgica http://www.hispagenda.com/secciones/integrabel/GUIA-IntegraBel-WEB.pdf
2 Comments
Un
Peruano que visita Belgica y nesecita ir a emergencias del hospital,que puede hacer para costear o obtener reembolso?
Guías sanitarias - Marea GranateMarea Granate