La tan esperada reforma del artículo 75 de la LOREG, que regula el «voto rogado —voto robado—» para la emigración, llega por fin a término:  el pasado 11 de mayo se publicaron en el BOE las enmiendas propuestas a la PL por las distintas formaciones políticas. El 18 de mayo, en una sesión a puerta cerrada, se alcanzó un acuerdo sobre el documento que será presentado ante la Comisión Constitucional el 25 de mayo;  si dicha Comisión se pronuncia a favor, el texto se tramitará en el Congreso en junio y en el Senado en septiembre para su aprobación definitiva. Estaríamos por fin ante un acontecimiento largamente esperado que podría devolver el derecho —real— de voto a la diáspora española. La propuesta incluye medidas importantísimas que con toda seguridad facilitarán los trámites de manera notoria; sin embargo, se han quedado sin  implementar otras adicionales que consideramos también necesarias para el óptimo funcionamiento del protocolo de voto exterior. Por otra parte, lamentamos la opacidad en el proceso que concierne a algo tan central a la democracia como es la ley electoral: las sesiones y comparecencias de expertos se han llevado a cabo a puerta cerrada —cosa que no ocurrió en anteriores legislaturas. 

Nos satisface ver que el grueso  de las demandas presentadas conjuntamente por Marea Granate y la FIEC (Federació Internacional d’Entitats Catalanes) han sido recogidas por diversas formaciones políticas en las enmiendas.  Estas propuestas son el fruto de varios años de duro trabajo de escucha y análisis pormenorizado de la problemática y de denuncia colectiva (¡gracias a todas!) del #VotoRogadoVotoRobado. 

En la tabla adjunta se pueden comprobar las diferentes propuestas publicadas en el BOE, así como las medidas que finalmente han sido incluidas en el texto que será presentado para su aprobación.

MEDIDAS SATISFACTORIAS:

• Derogación del procedimiento de ruego de voto

• Juego descargable vía telemática de papeletas de votación

• Medidas para paliar la brecha digital

• Ampliación de horarios de atención en los consulados

• Ampliación del plazo de votación en urna

• No obligatoriedad de enviar votos a consulado por correo certificado

• Garantía de gratuidad del envío de votos para el elector

• Precintado de urna  y recuento de votos en centros de votación como actos públicos

• Publicación de las actas consulares con los datos de voto en detalle por consulado y provincia

• Revisión del censo

• Envío de votos a las correspondientes Juntas Electorales para su escrutinio vía valija diplomática

QUÉ CONSIDERAMOS QUE FALTA:

• Protocolos homogéneos en los consulados: Hemos recibido testimonios de diferentes protocolos y criterios de registro en diferentes consulados.  En ocasiones se han aplicado criterios que no se ajustaban a la ley.  Además, la diferencia en el trato produce desconfianza por parte del electorado.

• Posibilidad de trazar el voto, de forma que el elector puede saber si su voto ha alcanzado la urna: esta medida sería facilísima de implementar con el actual sistema de seguimiento actual de los sobres y la plataforma del INE para la consulta del estado del ruego y seguimiento de los envíos. Nos cuesta mucho, por tanto, entender que no se lleve a cabo, en pro de la transparencia y de dotar de credibilidad al voto exterior de cara a sus propios electores

• Delegación  de voto: para personas que residen en el exterior ni el voto en urna ni el     voto por correo son opciones factibles, y seguirá siendo imposible para ellas  ejercer su derecho a voto. En   estos casos particulares la implementación de una delegación de poder sigue siendo la única forma viable y con garantías para su participación electoral. Esperamos — y seguiremos     presionando para que así sea — que los futuros trabajos de reforma de la LOREG consideren esta opción

• Un compromiso más claro de unificar los procedimientos que afectan a residentes permanentes y temporales. En el texto propuesto hay un tímido compromiso a revisar los procedimientos de registro consular, pero no se aclara ni qué revisión será esta ni si afectará también a las personas que residen en el extranjero de forma temporal, que, de no cambiarse el procedimiento de registro actual, seguirán teniendo, lamentablemente, dificultades añadidas en cuanto a criterios de presencialidad y de solicitud del voto.  Por otro lado, es sabido que la barrera de la inscripción consular, tanto para residentes temporales como permanentes, continua siendo una realidad, y confiamos en que la promesa de la revisión de los procedimientos y requisitos para el registro se  hagan teniendo en cuenta los enormes problemas de accesibilidad consular para muchas personas residentes en el extranjero. 

QUÉ NOS PREOCUPA

• La habilitación de centros alternativos de votación; consideramos que habilitar centros alternativos de votación a los consulados, sin vigilancia de funcionarios consulares no solo no ofrece las garantías mínimas propias de un sistema serio, sino que contradice el espíritu que ha guiado las últimas reformas. El uso de redes clientelares, y la facilidad de utilizar estos centros sin control consular representan una amenaza que consideramos preocupante. 

• La barrera de la inscripción consular: muchas personas emigradas siguen teniendo impedimentos importantes para inscribirse en sus respectivos consulados, al estar éstos lejos y no posibilitar inscripciones a distancia. Es imprescindible avanzar medidas que faciliten estas inscripciones para posibilitar el ejercicio del voto, así como el acceso a muchos otros servicios consulares esenciales para la emigración.

• Como observación adicional, debemos recordar que será necesario dotar a los consulados y al INE de los recursos adecuados para hacer frente a las necesidades de una diáspora cuyo volumen no hace más que crecer.

Pero, en definitiva, nos parece que esta ley supone un grandísimo avance para la recuperación del derecho a voto de las personas que residen en el exterior y no podemos ocultar el orgullo que nos produce saber que la colaboración de todas las personas que nos pidieron ayuda para votar, el trabajo conjunto con la FIEC y nuestro propio esfuerzo han dado finalmente su fruto. Por ello pedimos a todas las formaciones políticas su voto favorable al texto propuesto, así como el compromiso de seguir trabajando en las mejoras que pedimos.